Un masivo y sentido homenaje a José Martí se realizó en Cuba en ocasión de conmemorarse el Centenario de su natalicio. La Habana fue testigo, entonces, de una singular marcha de las antorchas en la noche del 27 de enero de 1953.

En Cuba existía en esos momentos una dictadura militar reaccionaria. Y en contraposición de las actividades formales que el régimen llevaba a cabo para supuestamente rendirle homenaje al Apóstol de la independencia de Cuba, la Federación Estudiantil Universitaria, y otros sectores de la población empezaron a concebir otras acciones y así surgió la idea de llevar a cabo una marcha de las antorchas que coincidiera con el arribo de la fecha del 28 de enero.

Varios días antes un grupo de jóvenes, entre los que se encontraban Flavio Bravo, Léster Rodríguez, Conchita Portela y Alfredo Guevara sostuvieron un encuentro  en la capital cubana para analizar que se podía hacer al respecto.

Fue Alfredo Guevara  quién propuso hacer un desfile con antorchas desde la Universidad de La Habana hasta la Fragua Martiana, sitio donde antaño se hallaban las canteras en las que José Martí en su etapa de presidiario en 1870 tuvo que realizar trabajo forzado.

Esto fue aceptado y Alfredo Guevara  planteó que la propuesta debía hacerla en forma pública una mujer para darle un sentido más emotivo.

Entonces fue elegida para hacer  tal planteamiento Conchita Portela quién era vicepresidenta de la Escuela de Pedagogía. Ella  entonces hizo la propuesta en la reunión de la Federación Estudiantil Universitaria de la Universidad de La Habana.

La tiranía de Batista se negó a concederles el permiso a los jóvenes para que efectuaran la actividad.

No obstante los jóvenes universitarios no se acobardaran, sino que siguieron con ese propósito e incluso previeron colocar clavos  en varias de los palos de las antorchas, de manera tal de poder defenderse si resultaban agredidos por los esbirros batistianos.

El 27 de enero de 1953 partió la Marcha de las Antorchas desde la escalinata universitaria. Los participantes bajaron por la calle San Lázaro hacia Espada y continuaron transitando hasta las calles 27 y Hospital.

A la cabeza del desfile había una  bandera cubana llevada por jóvenes  universitarias y de la segunda enseñanza; detrás el ejecutivo en pleno de la Federación Estudiantil Universitaria, y seguidamente millares de participantes, entre ellas mujeres martianas que iban todas cogidas de sus brazos, así como un grupo de centenares de jóvenes perfectamente formados y que impresionó por su disciplina y combatividad. Ese grupo estaba encabezado por el joven abogado Fidel Castro.

Muchos de esos jóvenes, conocidos después como la Generación del Centenario, participaron ese mismo año, exactamente el 26 de julio, en los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Santiago de Cuba y Bayamo, respectivamente.  

Posterior al triunfo de la Revolución, exactamente en 1973, en ocasión de conmemorarse el aniversario120 del natalicio de José Martí,  se volvió a efectuar en La Habana el 27 de enero la Marcha de las Antorchas, esa vez todavia con un mayor simbolismo puesto que se le rendía homenaje a Martí con la existencia en el país de una Revolución que había hecho y seguía haciendo realidad su legado.

En sucesivos años se han realizado otras marchas en la fecha señalada para continuar rindiendo homenaje a José Martí.

Y en este 2022 nuevamente las antorchas portadas por millares de jóvenes iluminarán la noche habanera en homenaje a José Martí en una vibrante marcha que también reflejará la firmeza de las nuevas generaciones de cubanos que defienden y se esfuerzan por encarar sus propios retos y con su actitud y esfuerzo garantizarán el desarrollo de la Revolución.

Son los jóvenes cubanos de hoy continuadores  de aquellos que en 1953, año en que se rendía homenaje a Martí en ocasión del Centenario de su natalicio, iniciaron la tradición de realizar la Marcha de las Antorchas, que hoy representa la unidad de todo un pueblo decidido a defender su soberanía, independencia y las conquistas de la Revolución.

Así se rinde igualmente un simbólico homenaje, en unión de otras múltiples actividades,  a este gran ser humano que ocupa un lugar cimero en nuestra historia y que a través del tiempo ha sido, y seguirá siendo fuente de inspiración y enseñanza, por la trascendencia y vigencia de su obra y vida.

Video: Martí en el pensamiento de Fidel Castro