El ordenamiento monetario que comenzará el 1ro de enero implica una modificación de los precios de los bienes y servicios, debido a la devaluación del peso cubano en el sector empresarial al pasar de una tasa de cambio de 1 CUP x 1 USD a 1x24. Las transformaciones en la comercialización minorista están asociadas, además, por la eliminación gradual de los subsidios excesivos y gratuidades indebidas.
Para explicar cómo sucederá este proceso comparecen en la Mesa Redonda, Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, y Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior (Mincin).
El comercio interior tendrá precios únicos
Al iniciar su intervención, Marino Murillo Jorge aseguró que en las últimas semanas se ha estado evaluando en la Mesa Redonda el impacto en las personas del ordenamiento monetario desde el punto de vista de los precios, tributario y bancario. En el caso del comercio interior, dijo, el impacto es directo porque es donde se materializan los precios y las distribuciones.
El rumbo del comercio interior estuvo marcado con la aprobación de los lineamientos, en particular con el 147 que refería que se debía “continuar, en correspondencia con la situación económica del país y los ingresos de las personas, el proceso de eliminación gradual de gratuidades indebidas y subsidios excesivos, bajo el principio de subsidiar a las personas necesitadas y no a productos”.
Además, recordó la titular del Mincin, el lineamiento 149 consideró “mantener la alimentación que se brinda en la esfera de los servicios sociales, dando prioridad a las instituciones de salud y centros educacionales que lo requieran. Perfeccionar las vías para proteger a la población vulnerable o de riesgo en la alimentación”.
Como parte del ordenamiento monetario, especificó la ministra, se derogaron 30 resoluciones de precios centralizados del Mincin, así como otras 559 normas por los dos grupos mayoristas y minoristas pertenecientes a ese organismo.
Al decir de Díaz Velázquez, la llamada tarea ordenamiento también ordena desde el punto de vista de la eficiencia y la efectividad en el sistema empresarial cómo manejar los precios y sus cambios. “Ahora nos queda un proceso totalmente ordenado y con precios únicos”.
La Gaceta Oficial No.74/20 recoge 13 normas jurídicas vinculadas con el sistema de comercio, 11 de ellas relacionadas con los precios y tarifas de programas atendidos por el comercio, tanto de la canasta familiar normada y las dietas médicas, así como de otros programas priorizados y del funcionamiento del Sistema de Atención a la Familia, merienda escolar y red de gastronomía popular.
Igualmente se definen las tarifas y precios minoristas de los servicios personales y técnicos, de los materiales para la construcción y de los insumos agrícolas y productos alimenticios y no alimenticios, de venta liberada.
Diferencias entre la canasta familiar normada y la canasta básica de bienes y servicios.
Sobre las diferencias entre la canasta familiar normada y la canasta básica de bienes y servicios de referencia, la ministra explicó que esta última fue el punto de partida como concepto para incorporar la adquisición de bienes y servicios imprescindibles para las personas.
“Estamos hablando de un consumo mínimo que debe tener una persona, además de sustentar a parte de su familia. Por eso es que el salario mínimo asume 1.3 veces esa canasta”.
Dentro de esa canasta de bienes y servicios de referencia, continuó, está la canasta familiar normada, que sigue integrada por 19 productos alimenticios, cuatro no alimenticios y que en el orden del costo tiene una transformación, pero no es exactamente el total de los 800 pesos en alimentos.
En la actualidad, informó la ministra, la canasta familiar normada de los productos alimenticios tiene un costo en el entorno de los 18 pesos y su valor futuro será 180 pesos. Cuando a eso se añade la adquisición de combustibles, productos de aseo y otros productos imprescindibles, alcanza un costo total de 1 528 pesos.
En el caso de los alimentos, además de los contemplados en la canasta familiar normada, hay una estructura que incluye el consumo de los alimentos fuera del hogar, que puede ser en la red de gastronomía popular, en los comedores obreros, en los puntos de venta de productos agropecuarios, entre otros establecimientos.
Al subrayar que no se incorporarán nuevos productos a la canasta familiar normada, la titular reiteró que la libreta de abastecimiento se mantiene con los 19 productos alimenticios y los cuatro no alimenticios, aunque sí reconoce un importe entre la canasta familiar y 800 pesos, para que se adquieran otros alimentos.
A la par, la novedosa canasta incluye servicios básicos, la transportación urbana, los servicios de telefonía residencial, entre otros.
“Cuando decimos incluye nos referimos a que fue el punto de partida y después las personas deciden en qué desean gastar el dinero. Se hizo un análisis, coherente, integrado y armónico de qué debía consumir una persona en bienes y servicios y se fijó una tarifa”, aclaró Díaz Velázquez.
Sobre la canasta normada, la ministra dijo que cambia su precio, mantiene el respaldo en la libreta de abastecimiento y su vinculación con la bodega, según el dato emitido por el registro de consumidores.
Su distribución se realiza por una política establecida, que ha tenido variaciones en el tiempo: se ha ajustado por zonas geográficas, tiene en cuenta los grupos etarios y zonas urbanas.
La titular del Mincin detalló que aún cuando cambian los precios, porque la venta de los productos es sin subsidios, tanto normados como regulados, el consumidor mantiene los plazos y derechos durante el periodo de vencimiento del producto.
“Aunque en una unidad minorista coincida un producto de venta liberada, como por ejemplo el azúcar y está el producto normado, el consumidor tiene el derecho de compra y el producto deberá estar físicamente, tanto en calidad como en cantidad, hasta el día en que venza su plazo de vencimiento”.
De acuerdo con Díaz Velázquez, se ha tratado de homologar una tablilla de precios, aún cuando está publicada en Gaceta, que permitirá al consumidor visualizar en la bodega (hay más de 12 000 en el país) los nuevo precios de los productos.
Esa tablilla, que incluirá los productos de la bodega, así como aquellos que se ofertan en la carnicería, estará en todas las unidades el día que se inicie la venta de la canasta familiar normada, aseguró.
En la canasta familiar normada los productos destinados a los niños tuvieron un tratamiento diferenciado. Por ejemplo, la compota, la leche, la carne, el picadillo y el pollo se mantienen con el precio actual. “Esto beneficia a más de un millón 55 mil niños en todo el país”, destacó la titular.